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jueves, 30 de noviembre de 2017

Injusta Justicia. Historia de un supuesto plagio anunciado


La Justicia no es ciega, no es igual para todos y mucho menos es justa. Hoy es el aciago día en el que dejo de creer. En el que escribo este artículo con mi opinión, mi verdad, sobre los hechos ocurridos en Cartagena ante la pasividad de tantos que asusta el mundo en el que nos movemos.

Hace tres años escribí (y registré como propiedad intelectual) una obra de teatro histórico titulada "Asesinato al Marqués de Camachos". Cuya investigación histórica me llevó más de un año, tratando de rescatar toda la verdad posible de una historia en la que algunas partes habían sido enterradas, obedeciendo a ciertos intereses. Se estrenó y estuvo realizándose durante un año, con una función al mes, en el Palacio de Casa Tilly. Lugar en dónde ocurrió el hecho histórico. Varias personas tuvieron acceso al libreto (insisto, registrado bajo Propiedad Intelectual). Fue un éxito y así lo dijero tanto medios de comunicación como las casi mil personas que pudieron verla.

Un año después, paseando, me encuentro un cartel del II Festival de Teatro Histórico de Cartagena, en la que aparece una obra titulada "Asesinato al Marqués de Camachos", en el que llama, además, la atención que es la única obra del cartel que no pone su autoría ni quién la representa. Algo que, en mi opinión, dice mucho. Este festival lo organiza Enrique Escudero Vera, persona a la que conozco bien, para mi desgracia, tanto su trayectoria en Madrid como en esta ciudad. Quién además ya ha sido denunciado con anterioridad por otras personas, presuntamente, por uso de artimañas y ardides, en mi opinión, bastante faltos de ética y moral. Algunas sentencias las perdió, aunque supuestamente nunca abonó las cuantías requeridas por, supuestamente, ser "insolvente".

Antes de continuar, aclaro lo que dice la Ley que es un plagio (puesto que hay de varias clases, entre ellos, el llamado "plagio encubierto"): "coincidencias estructurales básicas y fundamentales, y no a las accesorias, añadidas, superpuestas o a modificaciones no trascendentales (sentencia de 26 de noviembre de 2003)". (Fuente). Además, un amigo, experto en Ley de Propiedad intelectual me dijo que el título de la obra pertenece también al autor. Al ser este el caso de un personaje histórico, se podría usar el nombre de dicho personaje pero cambiando la parte registrada de "El Asesinato de...", puesto que de no hacerlo seguiría incurriendo en plagio.

La representación de la obra era inminente para agosto (mes de vacaciones de la justicia), además, en mi opinión, existe una supuesta mala fe basada en motivos personales de esta persona y allegados, en la que en mi opinión y supuestamente tienen fijación contra mi. Así que decido apelar a la Justicia e interpongo un escrito de "medidas cautelares previas a denuncia y urgentes, in audita parte, por peligro de mora procesal" hasta que se determine la autoría de la obra. El entrecomillado quiere decir "sin oir a la otra parte por peligro de retraso judicial". Pero la obra no se lleva a cabo. Aún así el Tribunal de 1ª Instancia de Cartagena, resuelve que este caso, al ser de propiedad intelectual, el Tribunal competente es el Juzgado de lo Mercantil que se encuentra en la ciudad de Murcia.

Enrique Escudero Vera vuelve a sacar fecha, con el mismo nombre de la obra pero achacándose la autoria. Por lo que a finales de Julio me voy a Murcia, e interpongo las medidas cautelares previas urgentes, mientras se redacta la denuncia. Como llega Agosto y con este mes, las vacaciones judiciales, la obra se hace (de lo que tengo capturas de pantalla de fotos, carteles y demás pruebas). La resolución llega tarde, después de realizado el acto. Así que confío en que Enrique Escudero Vera le entre la razón y la coherencia, y desista de su supuesto intento de aprovecharse, obteniendo supuestamente un lucro económico, del trabajo de dos años de la que escribe y firma este artículo.

Pero, en mi opinión, la supuesta fijación tanto de Enrique Escudero Vera como de las 4 personas que suelen acompañarle siempre, es tal, que vierten tremendos insultos e injurias y esparcen, supuestamente, oscuros rumores... Eso sí, sin pronunciar mi nombre, porque esto también es demandable. Pero dando tantos datos que cualquiera que me conozca pueda deducir que se habla de mi. Actos que, en mi opinión, considero viles y cobardes al negarme posibilidad alguna de defensa. Eso sí, cuando Enrique se cruza conmigo por la calle, supuestamente, baja la cabeza incapaz de mirarme a los ojos. Tampoco es que fuera a esperar mucho de alguien cuya trayectoria conozco demasiado bien y ya nada me sorprende de él (ni de los acólitos que le siguen).

Me cuentan que, supuestamente, el ha reconocido que sabe que la obra es mia y que él puede hacer lo que le de la gana. Palabras que, como no estaba yo delante, no puedo aseverar que ocurrieran de esa manera, aunque en mi opinión, de haber sido, tampoco me extrañan de una persona que siempre ha tenido ciertas actitudes. Por suerte, igual que yo conozco su trayectoria, es también conocida por otros muchos.

Ahora me encuentro de nuevo que esta obra se va a representar en formato de ruta teatralizada este domingo y que la única opción que yo tengo es que alguien compre una entrada, algo que no es posible puesto que, supuestamente, estos beneficios no son declarados ni existe tal entrada. Supuestamente, se abona en el acto y se ve. La segunda opción es que me entere de dónde va a ser y vaya y lo grabe con el movil, exponiendo de ese modo mi persona, supuestamente, a cualquier cosa, a cualquier posible tipo de agresión verbal o física. Algo que no haré. Por eso no creo en la Justicia ya, en esta injusta justicia que deja impunes a, en mi opinión, ladrones de guante blanco que copian obras que su ingenio no llega a imaginar. Porque, ¿Por qué creen ustedes que alguien anunciaría una representación teatral sin poner donde se representa, pero sí poniendo un precio, 10€ y un número móvil en el que salta un buzón de voz y depende de quién seas te contestan o no? ¿Creen ustedes que esta actitud es de alguien que no tiene nada que esconder?

Por supuesto, todo lo que hay aquí escrito es mi opinión y me amparo en mi derecho a expresarla libremente, que es lo único que me queda. Por supuesto, todo es "supuestamente". Pero cualquiera que quiera la carpeta de pruebas, registro de obra, capturas de pantalla y todo aquello que poseo, puede pedírmelo que gustosamente lo enseñaré. No tengo nada que esconder.

Enrique Escudero Vera esta vez no se sentará delante de un juez. No creo en esta justicia. Pero sí hay algo en lo que aún creo. En la opinión pública, así que saquen ustedes sus propias conclusiones. He tenido que resumir lo que llevo vivido todo este tiempo.

Eso sí, si, "supuestamente", ni opiniones personales... Es un mero hecho que yo no voy a dejar de hacer lo que me apasiona por personas de este tipo. Por lo que ya estoy preparando una nueva obra de teatro histórico sobre las historias de un legendario barrio que hubo en Cartagena. ¡¡Nos vemos en el teatro!!

lunes, 13 de marzo de 2017

Mujeres empresarias y estereotipos "al DESNUDO"



Creo que ya es hora de que empecemos a dar un paso al frente todas nosotras, por esa igualdad de oportunidades, en contra de los estereotipos de género. Y esta es mi forma de gritarle al mundo que los prejuicios cierran mentes y abren heridas. 
Soy mujer, soy empresaria, mi nombre real es Cristina Martínez y este es mi manifiesto. Porque, ante todo, soy una persona.
Cuando la fotógrafa, referente y amiga María JJimenez (antes “Nakarte”) me propuso una sesión de “fotografía boudoir”, ni lo dudé. Fue un rotundo “Sí, quiero”. Es una de mis disciplinas fotográficas favoritas en la que, desde la más pura sensualidad, cualquier mujer puede verse bonita y especial. Y, en cada foto, hay algo de la modelo y otra parte que reside en los ojos de María José.
Cuando conté la propuesta, que tanta ilusión me había hecho, alguien me preguntó: “Siendo empresaria ¿Hacerte esa sesión y publicarla en las redes sociales, no perjudicará la imagen de tu negocio?”. Me apenó el hecho de que no me sorprendiese esa pregunta, pero no me asustó que pudiera perjudicarme y, por eso, respondí: “Pues espero que no, porque eso significaría que me están juzgando por un estereotipo de género”.
Y es a ese estereotipo al que llevo enfrentándome toda mi vida, personal y profesional. Sobre todo, en esta última, en dónde he oído, demasiadas veces, “Este es que es un mundo de hombres” y ni entiendo, ni quiero entender que significa eso de ser una de las “afortunadísimas féminas” que se mueven como pececillo en estos mundos. No sabía que tuviera que pedir permiso y, mucho menos, perdón. Y lo único que puede molestarme es que yo no cumplo, aparte de estar biológicamente preparada para procrear, ni una sola de esas reglas que son “ley” en un estereotipo, y debo de ser una persona muy afortunada, porque la inmensa mayoría de mujeres que conozco, tampoco los cumplen.
La imagen, en mi profesión actual, es esencial. Es vital. Es el primero “filtro” que pasas… O no.
Pues ahí lo tienen: su “estereotipo” al desnudo (nunca mejor dicho). 
Porque mi imagen, la de verdad, la que me da valor a mí, a mi empresa, a mis amigos, a mi familia, en resumen, a mi verdadero mundo… Son la honestidad, la auto exigencia, los objetivos, la sana competitividad, el que rendirse no sea una opción, la humildad, la lealtad, los días que exprimo al máximo, mi manera de apasionarme con tantas cosas, mi niña interior, la calidad de mis trabajos… Y, por supuesto, mis defectos. Como todos tenemos. Y ni unas ni otros necesitan de disfraces o máscaras artificiales. De postureos fingidos.
La profesionalidad no se compra en boutiques.
Si a alguien le molesta la desnudez humana lo respeto (no le pido que la mire); pero el mismo respeto exijo para mostrar la sencillez de la mía, que está muy lejos de ser frívolo exhibicionismo. Si alguien cree que por mostrar mi piel “cometo excesos impropios de una dama”, puedo responderle que nada tiene que ver, pero que también es virtud mía la discreción de mi vida privada. Porque detrás de mi piel desnuda hay tantos mundos, tantos recovecos, que se necesita mucho más que una fotografía para hacerse una idea de lo que soy o de quién puedo llegar a ser.
¿Qué si tengo miedo de lo que puede provocar esto? Ninguno. Sigo creyendo en aquello de que “cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino Justicia” (El Quijote). Por eso doy un paso al frente porque, por encima de mujer, soy persona.
Y si tú ves, en esa preciosa fotografía de María José, algo más que una mujer sentada en el suelo es que no has entendido una sola palabra de mi manifiesto.
A todas las personas, sea cual sea su género, demos un paso al frente porque “igualdad es aceptar las diferencias” y yo reclamo "mi derecho a SER".
Fdo. Cristina Martínez

viernes, 13 de mayo de 2016

CICATRIZ DE GUERRA

Forografía: Rubén Fabeiro Media Visual - Modelo: Cristina Martínez


CICATRIZ DE GUERRA



Vivimos en un mundo que me dice qué es bonito y qué es feo, quien triunfa y quien es absorbido por la densa oscuridad del ostracismo. Un siglo tan falto de genios y gente que los siga… Que lloren y rían con la Nela de Galdós, que sufran por el incurable amor de Cyrano, y se derritan con la España de Alberti.

Me han enseñado que tengo que usar una talla 36 con un abundante busto, a ser posible de ojos claros o, en su defecto, grandes. Que la imagen del primer vistazo es mucho más importante que tu inteligencia o tu bondad. Veo a madres, a niñas, a amigas mías… sufriendo de verdad, con dietas imposibles y defectos de un cuerpo imperfecto por naturaleza. Y ahora, los hombres también… algunos de ellos y ellas, en hospitales con enfermedades tan graves como anorexia o bulimia… y sentía una profunda rabia… hacia aquellos que permiten y juzgan en base a este canon de belleza y que son capaces de ignorar a aquella persona que no los cumple o no se esfuerza por ellos, o aun peor, se mofan y atacan con insultos tan bajos como “gorda o fea”.

Un día, cuando celebraba la vida a manos llenas… la vi por primera vez. Estaba allí, cruzando mi vientre desde la boca del estómago hasta el apéndice. Rosada oscura. Con sus 37 puntos, uno por cada primavera que he visto, con su parte final hundida por culpa de un punto mal dado… y sentí vergüenza. “Ningún hombre querrá estar ya conmigo, da asco”, me sorprendí contándole en voz baja a la del espejo. Había nacido mi primer complejo. Sin darme cuenta, todo lo que no me había minado, ni importado antes… ni los kilos de más, ni los de menos… lo conseguía una cicatriz.

En mi rabia hallé la respuesta.

Le pedí a mi mejor amigo que me hiciera una foto porque iba a subirla a las redes sociales, junto con una dedicatoria, para aquellos que vayan a juzgar mi vientre o quien soy, por una marca… así que…. En donde tú ves una cicatriz…

Yo veo una herida de guerra hecha en la arena del ludus más terrible. Con un Gladio medio desgastado y a punto de dejarme allí la sangre y el sudor, y la propia vida.

En donde tú tuerces la boca con un leve gesto de asco, yo veo un gran camino por recorrer, directo a los sueños que quedaron en suspenso cuando creí que la vida se me iba. Un camino plagado de retos, de curvas, sinuoso a veces, otras con grandes avenidas… Un camino compartido con esos amigos que se han quedado cuando todos los demás se habían ido. Un camino para disfrutarlo cada día.

Dónde tú ves una cicatriz, yo veo 37 motivos para ser feliz a manos llenas, pues no tengo mayor prueba de vida y resistencia que la cicatriz que tú prefieres que tape.

No estoy en tu canon de belleza, porque es imposible estarlo y nunca entré en el círculo de crear muñecas de plástico a toda costa. Una cicatriz que me recuerda lo absolutamente maravilloso que es vivir, porque es símbolo y estandarte de la vida que estuve a punto de perder y a la que, ahora, me aferro con más fuerza que antes, sin dejarme en el tintero algo por decir y, mucho menos, un te quiero o un te he echado de menos. Una cicatriz que me recuerda a esas cervezas pendientes de beber y las carcajadas que las acompañan.

En donde tú ves una cicatriz, mi mejor amigo, vio una imagen que captar porque la belleza siempre está en los ojos de quien la mira. Porque belleza hay hasta en la cosa más nimia, pero hay demasiados ciegos que no quieren ver, y muchos invidentes que darían, cualquier cosa, por ver mi cicatriz.

En cada pliegue de mi cicatriz hay un sueño por cumplir, un lugar que visitar, una espada levantada, un escudo reparado, una legión de amigos que me recuerda cada día que sigo viva, una esperanza, un miedo superado, una lucha para la que nadie puede estar preparado, una historia que forja quien soy… Tú ves una cicatriz y yo, en ti, veo un corazón de plástico que chirría y hace ruido.

lunes, 29 de febrero de 2016

Convivir con una Enfermedad Rara

"Raras, pero no invisibles". "La rara es la enfermedad, no yo". "3 millones de afectados solo en España". Y podría seguir poniendo una lista inmensa de titulares.

Hoy, Día Internacional de las Enfermedades Raras (y año bisiesto), no podía pasar de escribir este post. Yo soy una de ellos. Yo tengo una Enfermedad Rara. Y no me avergüenza decirlo, ni contarlo, porque no somos invisibles, porque no deberíamos sufrir rechazo, ni debería nadie de juzgar si es realidad o invención (y ocurre, creedme, hay gente de tan baja calaña que es capaz de cuestionar hasta eso).

Podría contar mi testimonio y no se diferenciaría mucho de la gran mayoria de esos 3 millones.

Al principio no lo sabes, estás absolutamente desconcertado y vas al médico. Entonces comienza un absurdo e innecesario peregrinaje por salas de espera y hospitales (en tu comunidad, porque la Salud en España es como la de los Reinos de Taifas y unos tienen más suerte que otros... No es lo mismo nacer en Madrid o en Barcelona o en Sevilla, que en Murcia o Almería o Granada)... Los que conoces, los que te recomiendan, los que buscas... La Sanidad Pública se te queda pequeña y tienes que recurrir a la privada. En la mayoría de los casos, se gasta los ahorros de toda la familia, porque ya se sabe: "la salud es lo primero". Después pasas por un número demasiado alto de diagnósticos erróneos, sin pruebas médicas que los avalen, en la mayor parte de los casos. Si tienes dolores musculares o te cansas, lo más probable es que te diagnostiquen de Fibromialgia y Fatiga Crónica. Y, si no te conformas, el peregrinaje se vuelve más cruel y lleno de obstáculos en los que, lo peor ya no es la propia enfermedad, sino la incertidumbre... Ese monstruo que te come por dentro y te mueres de miedo, porque no hay enemigo más feroz que aquél que no se conoce. Y te sientes como "la patata caliente" a la que todos quieren quitarse de encima. Ir a Urgencias por cualquier cosa se convierte en una situación de riesgo, porque en la mayoría de Hospitales no hay médicos preparados para estos pacientes, por lo que, como sea muy complicada la cosa, prefieren no arriesgar, mandarte a casa y que hables con tu especialista (si lo tienes). Es una situación tan frustrante que solo es capaz de comprenderla el que la haya vivido. En el mejor de los casos, encuentras a alguien que le gusten los retos y aún no se haya corrompido por el sistema (en mi caso es una científica de Coruña) y decida ponerse a investigar, vamos, lo que viene siendo hacer su trabajo (el que no ha hecho el resto, pero al que sí pagaste). Y podría seguir, pero han pasado 12 años... Y, como he dicho, no se diferencia demasiado del testimonio de cualquiera. Lo que si hice, por mucho motivos, pero el principal fue que mi "macabra procesión" sirviese para algo, que no fuese en vano, que ayudara a otras personas a que su Calvario fuera más soportable, para que supiesen que al final del túnel hay luz, así que creé un grupo de pacientes en Facebook (en donde hay personas de todo el mundo) y un blog (que lleva tiempo inactivo por varios problemas).

Pero hoy no quiero hablar de mi, sino de ellos. ¿Sabéis que muchos no consiguen ni el reconocimuento del 33% de minusvalía solo porque el Real Decreto que lo regula es de 1984 y está abslutamente obsoleto (ese es mi caso también)? De esas personas que, como no pueden hacer las mismas cosas que el resto, son apartados por sus amigos que ya no les llaman para quedar y se sienten injustamente "una carga para los que les rodean". Aquellas personas que han aceptado su enfermedad (porque es el único modo de convivir con ella), pero sus familiares no y son tratados de "trastornados", "hipocondriacos", "Exagerados"... Es peligroso juzgar a las personas si no calzas sus mismos zapatos. Pero también esos millones de personas que aún están en la lucha de conseguir un diagnóstico, que parece no llegar nunca. No dejéis de caminar, siempre hacia adelante. No hay batalla sin lucha, ni victoria sin haber caído muchas veces.

Pero también quiero hacer un llamamiento a Instituciones Públicas y personal Sanitario, para que hagan auto crítica, para que dejen de vernos como un número o una estadística, porque somos personas con una larga historia detrás. Sin investigación, no hay futuro y ustedes dilapidan un dinero necesario en su propio interés. Que nunca les toque esta macabra lotería, porque entonces entenderán realmente la importncia y valor de las cosas.

¡Adelante, siempre adelante!. Diferentes batallas, pero una misma guerra.

domingo, 24 de enero de 2016

Yo también estoy SOLTERA, que no sola...

Hace unos días leí este artículo y me pareció tan interesante, que he decidido escribir y dar mis motivos.
Llevo como unos 5 años de "soltería", exceptuando un par de "intentos fallidos" que no cuento.
Muchas personas se extrañan porque tengo 37 años y estoy soltera y preguntan eso de: "Siendo una chica como tú, ¿Cómo es que estás sola?". Pues soltera sí, sola no. Generalmente, doy una respuesta tipo, del estilo "no es mi prioridad en este momento", pero la realidad es bastante más compleja.
No es que tenga dificultad para encontrar una pareja ó alguien que deseé estar conmigo... Sino que, los años, te dan una experiencia que, si aprendes de ella, llegas a un mejor autonocimiento propio y, desde luego, te vuelves más exigente contigo y con los demás, llegando al punto de saber perfectamente lo que quieres y, aún mejor, lo que NO quieres. Por suerte, no "necesito" una pareja a mi lado, por éso, no me puedo ni quiero conformar con el primero que pase, porque estaría traicionando lo que soy y además, podría hacerle mucho daño a esa persona si mantengo una relación solo por compasión.

Así que éstos son mis motivos principales:

- Me han roto el corazón mil veces y, sin embargo, no siento ningún miedo al amor o al compromiso (tampoco necesito ponerle un nombre o etiqueta). La persona que esté a mi lado, debe aceptar que tengo un pasado y debe de haber asumido el suyo propio.

- Necesito realidades, no falsas esperanzas o promesas que nunca se llegan a cumplir. Por experiencia propia y por lo que veo a mi alrededor, cuando un hombre (o mujer) mantiene una pareja y te dice, a modo de promesa: "Mi relación está rota, pero quiero hacer las cosas bien y paso a paso". Nunca se hace bien y nunca se hace paso a paso. Es agradable para tu ego que alguien se fije en ti, pero yo no quiero alimentar egos innecesariamente y, mucho menos, "para nada". Así que jamás me prometas lo que no puedas cumplir, porque cuando yo me comprometo a algo, lo cumplo. A mi lado debe de estar alguien que tenga ese compromiso consigo mismo de mantener su palabra y llevarla a cabo con hechos. No quiero más lágrimas innecesarias, más esperas estúpidas al lado de un teléfono, ni más excusas, ni más "relaciones de mentira abocadas al fracaso".

- Tengo muy claro que quiero hacer con mi vida y a dónde quiero llegar. La persona que esté a mi lado tiene también que tener claro que quiere en la vida y. además, debe de estar caminando hacia esa meta. Debemos "alimentarnos las alas" mutuamente. No quiero a nadie que se estanque en una duda.

- Necesito la confianza ciega y mutua. Soy altamente sensible a la mentira y la traición. Ni las piadosas (de "intentos de sutil manipulación" o "chantajes emocionales", mejor ni hablamos). La persona que esté a mi lado, debe de ser, además, mi mejor amigo y tener la suficiente confianza como para decir sus sentimientos, sus miedos, sus preocupaciones, sus anhelos, mostrar sus debilidades y también sus fortalezas... La comunicación es la base de cualquier relación y una ya está cansada de "hombres herméticos", cuya coraza impenetrable te lleva a "la adivinación", y como no soy bruja, ni telépata, ni parecido... Necesito a alguien que se sepa comunicar, pero que también trate de entender mis sentimientos, porque cuando digo que algo me molesta, no es un reproche ni un ataque personal, sino un modo de decir "como me quieres, no te gusta verme sufrir y esta información me valdrá para tratar de evitar el daño". Necesito EMPATÍA.

- Necesito a alguien que me haga reír, que pueda hablar de cualquier tema, triviales y profundos, que me apasione... Pero que me apasione cada día, cada instante, cada momento... Porque yo no se vivir sin apasionarme y la vida me ha enseñado que entre "un capricho" (cuya pasión acaba súbitamente tal y como empezó) y comenzar a enamorarse, va mucha distancia y muchas variables. No quiero que estén pendiente de mi cada minuto del día, necesito mi espacio como cualquier persona. Pero no quiero "sentirme sola" al lado de nadie. La soledad es algo que yo elijo cuando quiero y no cuando me la imponen.

- No soporto los celos. Los celos (sobre todo los enfermizos, estos que llevan a algunas personas a "espiar" constantemente todo lo que hace su pareja, o peor aún, su expareja. Leyendo sus mensajes, su facebook, sus correos, sus chats... Esto es algo que tratan los psicólogos y que no estoy dispuesta a cargar con ello), ocurre solo por una falta de confianza en uno mismo (o baja autoestima) o en el otro, así que esto definitivamente no es para mí y, a la menor señal de ellos, la relación muere. Eso de que "si no hay celos, no hay amor" es un cuento chino y bastante arcaico. Necesito a alguien que sepa que si estoy con él es por una decisión propia y no por necesidad, por lo que, si apareciese una persona, o los sentimientos empiezan a apagarse, o hay gestos o desprecios que no me gustan, simplemente lo diré y por supuesto no acepto que, por expresar como me siento, se levante un temporal que "desgarre las velas de mi barco". De eso se trata la confianza y la comprensión.

- Necesito a alguien seguro de sí mismo, que sepa librar sus propias guerras sin que eso afecte a un "nosotros". Precisamente ayudaré en sus guerras y él en las mías. Porque una pareja es un equipo en todos los sentidos. Así que no quiero a mi lado hombres que me teman o que se crean inferiores o... etc. porque yo no me creo superior a nadie, ni inferior tampoco. Así que quiero una relación de igualdad en todos los sentidos.

- No quiero a alguien igual que yo. Sería terriblemente aburrido. Necesito a alguien que me rete, que me lleve al límite, que me haga volar, soñar... Quiero a alguien que no dependa de mi, porque yo no dependo de nadie. El apoyo y la dependencia son dos cosas distintas, y si no entiedes la diferencia, no eres para mi.

- Necesito a alguien que no haya perdido el "niño interior", pero que tampoco se comporte como un crío. Los adultos, ante los problemas, se sientan y los hablan. Si tiene solución se repara y si no, pues cada uno que siga su camino, que no pasa nada. No me gusta "jugar en la liga alevin". Y no voy a consentir que se use "el silencio" como castigo. Ante esto, intentaré la comunicación y, si continúa "este castigo injusto", yo seguiré mi camino. No voy a detener mi paso por alguien que juega con este tipo de chantaje emocional que puede causar un terrible daño emocional. Me quiero lo suficiente para "no tener que aguantar este tipo de acitudes".

- Quiero a una persona real, no a su mejor versión. Quiero a alguien que las virtudes compensen a los defectos. Alguien que, ante un problema serio (a veces, la vida te los pone en el camino), no salga corriendo, ni se aisle, ni se convierta en una tortuga dentro de su caparazón. La vida se enfrenta cara a cara. Quiero a alguien que sepa pedir ayuda y también que sepa ayudar.

- Necesito a alguien que, como yo, no soporte la rutina. Porque así, si caemos en ella, uno de los dos llevará al otro a volar de nuevo. Quiero que me sorprendan. Me encantan los pequeños y cotidianos detalles como el regalo de una sonrisa, una mirada como "si yo fuese todo", un como estás oportuno, un abrazo espontáneo, una nota en la almohada. Estas son las cosas que alimentan al amor y la amistad, y si no se usan el sentimiento se enfría y muere. Y me niego a estar con alguien por compasión o por llenar un vacío porque, de conformarme con eso, estaría siendo injusta con él y conmigo.

- Necesito a alguien que entienda que tengo amigos y amigas, que estaban ya antes que él. Tengo un concepto bastante alto de la amistad, y muchos de mis amigos son hombres. Quiero a alguien que comprenda que también hay que cuidar estas relaciones y que ir de cañas con los amigos no implica traicionar la lealtad de nadie. Porque yo haré lo mismo con él. Esto es la confianza y el espacio propio.

- Quiero a alguien que jamás me falte el respeto. Que tenga valores y principios. Que sus palabras y sus actos sean coherentes. Sobre todo porque, por la experiencia pasada, las palabras son solo eso, palabras, igual que las promesas. Puro aire sin contenido. Los hechos, esos son los que nos unen o separan.

Por eso, mientras no aparezca un hombre que sea capaz de todo lo anterior, habrá intentos fallidos. Insisto, estoy soltera, pero no sola. De hecho, mi frase tipo es cierta. No necesito una pareja, por lo que, si la tengo, es porque creo que encaja en todo lo anterior. Una ya no está para determinadas tonterías.


domingo, 20 de septiembre de 2015

"A flor de Piel". Apertura de Curso de Teatro del Desván

Yo escribo "desde siempre", desde que empecé a leer y quise inventarme mis propias historias. ¿Mi sueño más alto? Ser escritora. Dedicarme profesionalmente a ello. Por eso, nunca he tirado ninguno de mis textos, aunque alguno se haya perdido por azar... Poemas, relatos, dramaturgias, novela, guiones... Amo la literatura y escribir es mi mayor pasión, la que me ha acompañado toda la vida sin fallarme. La que me ha salvado tantas veces.

Más tarde, me esforcé por mejorar mi estilo literario, sin perder la esencia de lo que quiero transmitir. Escribía "para mí", al antojo de las musas, cuando aparecían y la pluma se movía sola. Más tarde, y muchas veces como terapia (junto al Teatro, creo que son las mejores terapias para expresar sentimientos), escribía para auténticos desconocidos en un blog al que titulé "Crónicas de un grano de arena"... Porque realmente somos eso... Granos de arena en mitad de desiertos o bajo la Magnanimidad de todo un Universo. Escribía sobre mi vida, mis sentimientos, mis pasiones y decepciones, mis batallas, mi amor y desamor, mi corazón roto y recosido... Bajo nombres y lugares ficticios, se encontraban historias reales y cotidianas.

Después, y hace relativamente poco, empecé a escribir "por encargo". Pero, como creo firmemente que es mi deber trasmitir esa pasión por las letras, no me cuesta nada regalar textos, publicarlos, difundirlos, tan sólo a cambio de poner la autoría y como "Cristina Martínez" es demasiado común, decidí usar el pseudónimo público de "Eloísa Lúa" (nombre muy especial y con mucho significado para mi).

Pero uno de los hitos en mi "historia de escritora" lo marcó Jose Salguero, persona a la que admiro y quiero a partes iguales, quien leyendo uno de esos alardes de las musas que me dan de vez en cuando, le sirvió de inspiración... Uhmmm ¡Espera!... ¿Le sirvió de inspiración?... Eso es una de las cosas más hermosas, bellas, impactantes y emocionantes que le pueden decir a un escritor: "Me inspiras". Eso es muy grande, pues pocos tienen ese don de remover dentro de los corazones hasta el punto de hacer gritar a la creatividad. Para mi fue un honor y un regalo su petición porque, de este maravilloso modo, se me empezaba a reconocer "como escritora", elevandome así, un peldaño más, hacia mi sueño más alto.

Pero hoy, me han hecho un regalo aún más hermoso, algo que me ha hecho llorar de emoción y alegría y que no esperaba: Me han dedicado este video y estas hermosas palabras. A algunos de esos actores que han acogido mis textos, como Raffaella, no los conozco y no puede haber honor más alto que, además de como base de una interpretación, haya removido un corazón, haya derribado una pared en alguien que se ha sentido identificado. No tengo palabras, solo lágrimas de emoción. Me habéis hecho muy feliz hoy, aún escribo emocionada y con lágrimas en los ojos estas letras. Así que, aunque no encuentre palabra suficientemente grande, tendrá que ser "GRACIAS" en mayúsculas a José Salguero, Javi Soto, Cristina Polo, Paloma Cavas, Sonia Gainzarain y Raffaella Guerci (y Julián, que aunque no aparezca en este video, se que está preparando una gran actuación). Sois maravillosos y estoy deseando vivir esta nueva experiencia para mi, que es ver mis textos encima de un escenario en una performance (de la cual no se nada, ni quiero saber, para verla con los ojos de la niña que siempre ha vivido en mi). Y aparte de estar convencida de que será sublime, solo por el trabajo, la confianza, las ganas, vuestras palabras y este maravilloso regalo, ya lo sois.


"A flor de piel"
Entrevista a los Actores
Teatro del Desván.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Teatro del Desván utiliza los textos de Eloisa Lúa

El grupo Cartagenero Teatro del Desván, dirigido por José Salguero Colmena, con la colaboración de Javi Soto utilizan los textos de Eloisa Lúa para la presentación de su Taller de Teatro impartido en Cartagena. El 30 de Septiembre, en el Aula de la Cam (C/Mayor) de Cartagena. Entrada libre. Gracias de todo corazón por escogerlos y así tener la oporunidad de verlos desde otra perspectiva.



miércoles, 21 de enero de 2015

Festival de Cortometrajes "Ser o no ser" o como no todo "Festival" es lo que aparenta ser.

El año pasado fue la Primera Edición del Fesival Internacional de Cortometrajes "Ser o no Ser", cuya orgnización corría a cargo de la productora murciana Citrum Audiovisual. Me enteré de este certamen por la propuesta de una persona de mi entorno. Solo supe que era a beneficio para hacer un centro de día de personas con Alzheimer en Murcia. No me bastó saber nada más, la causa lo merecía. Estoy muy sensibilizada con el tema y con su lucha. Así que, sin medios ninguno, pero con muchas ganas e ilusión, grabamos un cortometraje al que titulamos "Esos Pendientes".

Al ver las bases no entendí que hubiera premios en metálico. En mi modesta opinión, estos certámenes se hacen por la causa y, los miles de euros que se daban, bien hubieran estado invertidos en ese centro de día. Pero como he dicho, eso es solo mi modesta opinión. Los problemas reales vinieron más tarde.

No soy "nueva" en el mundo de los Certámenes de Cortometrajes, pero cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que las bases están para cumplirlas y la organización está para hacer que se cumplan. Porque mire, si a mi me dicen que tengo diez días para hacer un cortometraje de tres minutos, pero al montarlo salen tres minutos y medio, el problema lo tengo yo y he de corregirlo o me descalificarán del concurso. Así funcionan todos, no solo los de Audiovisual.

Un punto de las bases era explícito "No puede ser presentado ningún cortometraje que haya sido premiado en otro Certamen". Habia un corto, eso sí, era genial, premiadísimo internacionalmente en muchísimos certámenes (y lo merecía), pero las bases eran claras, así que impugnamo esa candidatura y examinamos con lupa el resto de los cortos presentados (había más incumplimientos, sobre todo de tiempo, que las bases también eran claras sobre esto... Tres minutos incluyendo los créditos). En lugar de admitir el error, retirar el cortometraje y continuar como hubieran hecho en cualquier otro certamen, demostrando así que un "error" no es lo mismo que una organización mediocre al extremo; me mandaron un e-mail desde la directiva de Citrum Audiovisual concertando una reunión (esto no me había ocurrido jamás, y tampoco creo que me ocurra más). Allí se me pidió que no dijera nada del error (cuestión de imagen) y, a cambio, me dijeron que los cortos presentados, sobre todo los de la Región de Murcia, serían girados luego por colegios y presentados por sus directores. Este tipo de "favores" a cambio de que no abras la boca tiene un nombre que todos conocemos. Sabía que aquello no era cierto (y el tiempo me ha dado la razón). Aún así me callé, ya que esperaba que la Organización sin ánimo de lucro que le encargó a la Productora Citrum esta tarea de organización, se diese cuenta de la pésima gestión.

Días después, cuando ya habíamos presentado el cortometraje, como otros tantos, ampliaron el plazo de recepción un mes más. Amigos lectores, como supondrán, no es lo mismo escribir, producir, rodar y montar un cortometraje en diez días que en mes y medio, a más tiempo mayor calidad. Así que este suceso insólito (que no pasa en ningún certamen) nos puso en una situación inferior a los que ya nos habíamos presentado, así se lo hice saber a la directiva de Citrum Audiovisual y viendo que no solo no solucionaban los errores, sino que los iban "sumando y tapando". Decidí retirar el cortometraje del concurso antes del "nuevo plazo de finalización de inscripciones", ya que mi trabajo es demasiado serio o, mejor dicho, me lo tomo muy en serio, para que alguien venga a jugar con mi esperanza y mis ganas de colaborar. Y como yo soy muy estricta en este sentido con lo que hago exijo un mínimo de profesionalidad y seriedad, tanto a mis colaboradores como a otras empresas de mi sector. (Creo que es lo que deberíamos de hacer todos).

Hubo amigos míos, advertidos de mi experiencia, que teniendo el cortometraje a medias, sí decidieron presentarlo.

Y lo peor de todo viene ahora. Para empezar, la entrega de premios se hacía en una Gala (en donde también se recaudarían fondos el citado Centro de Día) en donde había que pagar una entrada de 10 €. Lo que me parece absolutamente rastrero y miserable es que, a todos aquellos que participaron en los cortos... Actores, Directores, Cámaras... Etc. se les pidió esa cantidad por entrar a la Gala de entrega de Premios. En algunos certámenes no te pagan el viaje para recoger el premio, pero de ahí a tener que pagar por ver tu propio corto, va un buen trecho. Aún así, parte de ellos fueron (otros desistieron ante tanta mediocridad y racanería). La Gala prefiero no comentarla ya que yo no estuve, obviamente, pero la "crítica de pasillo" era absolutamente demoledora. Y la desachatez final viene cuando no se proyectó ningún cortometraje, ni siquiera el del ganador (por cierto, la decisión del jurado muy controvertida, ya que había cortometrajes mucho mejores que el ganador... Pero, para gustos, colores).

Miren ustedes, grabar un cortometraje cuesta tiempo, esfuerzo y dinero (por poco que sea, el nuestro, costó unos 40 euros, sin contar la entrada de la Gala claro). Y el modo que yo tengo, que deberíamos de tener todos, es hacer una denuncia pública de este tipo de acciones que consiguen hacer "de una buena causa" algo mediocre y sin sentido, y que, además, se ríen del esfuerzo y trabajo ajeno, haciendo "pactos de cafetería". No iba a hacerlo público porque supuse que Citrum Audiovisual se iba a dar cuenta de que no están preparados para organizar este tipo de eventos. Les queda grande el trabajo y hay un refrán español muy acertado "Zapatero, a tus zapatos". Supongo que al ser una buena causa, esta productora no cobraría nada por esta organización de Festival y Gala (lo supongo y lo espero, que no lo sé).

Y no hubiera dicho nada si este año, la misma productora, por la misma causa, no hubiera sacado el II Festival Internacional de Cortometrajes "Ser o no Ser". Pero lo han hecho. Ahora, sabiendo mi experiencia y la de tantos otros, si deciden presentarse, al menos, ya saben a lo que se atienen.

Por supuesto, de todo lo dicho, tengo pruebas que lo avalan.

martes, 20 de enero de 2015

La Joven Compañía están de gira con su espectáculo "Punk-Rock"

La Joven Compañía en Audiotorio El Batel - Cartagena
Llevo un tiempo siguiendo a ésta Joven, pero altamente cualificada, compañía de Teatro de Madrid. Leyendo muy buenas críticas en diferentes medios de prensa, sobre todo, de esta última obra titulada "Punk-Rock". Querer hacer teatro profesional y además estar dispuesto a contagiar esa pasión a una juventud desmotivada y apática, como normal general, ya me parece, no solo una labor social digna del mejor de los aplausos, si no un trabajo titánico. El público infantil y adolescente, todos los que estamos, de un modo u otro, relacionados con ellos o con el mundo de las Artes (especialmente audiovisual y teatro) no suele ser un "público amable". Antes de salir al escenario ya sabes que si no les gusta no prestaran atención y si les gusta te tomarán como referencia. Así que, ya de por sí, la responsabilidad que asumen, en el primer momento de salir de detrás de las cajas y pisar las tablas del escenario, es altamente valorable en sí misma.

Pero yo, como siempre, quería ver con mis ojos y juzgar por mí misma, lo que había escuchado en boca de otros. Como siempre hago, no he leído reseña alguna que hablase sobre el argumento de la obra. Solo sabía éso, su nombre. Lo hago así porque quiero que me sorprendan o que me aburran, que me hagan reir o llorar, que me remuevan sentimientos o me hundan en el más profundo de los aburrimientos, pero nunca quiero llevar ninguna opinión formada a través de una sinopsis que vaya a condicionar mi modo de verla o sentirla.

Esta no puede ser una "crítica al uso". Primero porque les voy a hacer un favor a todos ustedes, no contándoles absolutamente nada del argumento. Solo les animo apasionadamente a que vayan a verla, a que dejen a sus hijos ir a verla (como he dicho, está dirigida a público adolescente), a que insistan en las AMPAS de cada Colegio de España que esta obra se lleve a su ciudad. Se lo aseguro, no les dejará indiferentes. Juzguen ustedes mismos el por qué de mis palabras. Si no pueden ir y van sus hijos, les pido que hablen con ellos, que les pregunten y que abran un debate en casa sobre que han visto, que han sentido o como han reaccionado. Tomensé un tiempo para hacer esta pequeña y necesaria actividad. Porque si algo consigue "Punk-Rock" es que reflexiones.

Sobre la obra. Trata temas de candente actualidad entre la gente joven. Cosas que todos hemos visto u oído alguna vez. Situaciones muy reales y, a veces, sumamente duras. Pero así es la realidad, dura y tierna, roca y fuego, cuchilla y papel. Han sabido combinar a la perfección la comedia con situaciones de altísimo contenido dramático. Es tierna y violenta. Es romántica y cruel. Es arriesgada y valiente. La variedad y complejidad de cada uno de sus personajes te obliga a empatizar desde el primer momento. No hay un protagonista, son un equipo. No hay secundarios y sí mucha pasión, mucho mensaje y MUCHA MUCHA CULTURA, inmersa en cada una de sus acertadas frases.

Las coreografías y efectos especiales, absolutamente adecuados, aún la proveen de más realidad, realzando el sentimiento a transmitir.

Los actores, como he dicho al inicio, jóvenes aunque sobradamente preparados. Sienten pasión por lo que hacen, creen que pueden influenciar y mejorar su entorno, y esos elementos los transmiten de una manera magistral. Me han hecho reir y también me han hecho llorar. En definitiva, me han hecho SENTIR. Y, después, una vez en casa, reflexionando... Me han hecho PENSAR.

Acabo como empecé, sé que no es una crítica al uso en donde voy a desmenuzar y juzgar cada uno de los actos, así como cada una de las actuaciones. Sería un homicio imperdonable hacerle eso a "Punk-Rock". Pueden creerme o no, pero si no van a ver a "La Joven Compañía", nunca sabrán si mi opinión es acertada o equivocada. Juzguen ustedes mismos lo que a mi me ha parecido "una sorpresa magistral".