Lejos quedan aquellos días...
Lejos quedan aquellos días en los que sacrificabas tus prioridades ante el altar de las ganas.
Lejanas quedan aquellas risas, aquellas cervezas de rincón con sabor a partida de billar mal jugada, aquella sinrazón exhalada en el vaho que empañaba los cristales de un coche.
Lejos quedan aquellos días en los que, un leve roce de tu dedo, erizaba toda la piel de mi espalda.
Lejos quedan aquellos días en los que mi curiosidad jugaba una partida de ajedrez con mi razón y, a la voz de "jaque mate", claudicaron todos los consejos sensatos.
Lejos quedan aquellos días en los que hacíamos malabarismos con la prisa.
Lejos quedan aquellos días... Aunque fuera ayer.
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